La Conferencia de Obispos Católicos de Cuba ha emitido un mensaje urgente tras el devastador paso del huracán Melissa por el oriente del país, en el que se reportan daños de enormes proporciones.
El fenómeno meteorológico ha dejado a su paso una estela de destrucción que afecta a más de un millón de personas en la isla.
Según el comunicado, las provincias orientales han sufrido inundaciones masivas, pérdidas de viviendas, y colapsos en los servicios básicos como electricidad y telecomunicaciones. En muchos pueblos, todos los postes telefónicos y eléctricos han sido derribados, y las imágenes de zonas montañosas muestran paisajes arrasados por los vientos huracanados.
Uno de los símbolos más afectados ha sido el Santuario Nacional de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, que sufrió daños considerables en sus vitrales, ventanas, farolas y pintura exterior. Además, otras iglesias y casas religiosas han perdido sus techos o han quedado inundadas.
"La situación de tragedia nacional en la que nos deja el ciclón se suma ahora a la ya difícil realidad cotidiana de nuestro pueblo, con escasez de los bienes primarios, cortes eléctricos prolongados y frecuentes, virus y enfermedades propagándose de modo creciente. Agradecemos a Dios que, hasta el momento, no se hayan reportado pérdidas de vidas humanas", dijeron los obispos.
El huracán Melissa tocó tierra por Playa El Francés, en Guamá, Santiago de Cuba, y atravesó la isla con vientos sostenidos de hasta 195 km/h, provocando inundaciones catastróficas, deslizamientos de tierra, y daños estructurales en hospitales, viviendas y carreteras.
Aunque no se han reportado oficialmente víctimas mortales en Cuba, el huracán ha causado al menos 20 muertes en la región del Caribe, incluyendo Haití, Jamaica y República Dominicana.
La Conferencia Episcopal destacó la labor de quienes ofrecieron refugio en instituciones, templos y hogares. En su mensaje, los obispos apelan a la solidaridad nacional e internacional, especialmente de las Iglesias hermanas, Caritas, y cubanos en el exterior, para ayudar con alimentos, ropa, colchones, techos y otros bienes esenciales.
También expresaron gratitud por las palabras del Papa León XIV, quien en la Audiencia General pidió oración y movilización de la caridad para Jamaica y Cuba, así como por el apoyo inmediato de los obispos de Honduras.
La Caritas Nacional de Cuba se encuentra preparada para canalizar las ayudas que se reciban, mientras el país enfrenta no solo los estragos del huracán, sino también una crisis prolongada de escasez, cortes eléctricos y enfermedades.
“Confiamos este momento difícil y triste al Señor de la Historia y a su Madre, la Virgen de la Caridad”, concluye el comunicado, en un llamado a la esperanza y la fe en medio de la adversidad.
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